Hay momentos que no se repiten, y el nacimiento de un hijo es uno de ellos. Ese primer llanto, el roce de piel, las manos que se buscan, las lágrimas que nadie puede contener.
Mi trabajo como fotógrafo documental es acompañarte con respeto, sensibilidad y cuidado, para capturar la historia tal como sucede: sin interrupciones, sin poses, sin filtros.
Desde el inicio del trabajo de parto, el nacimiento o las primeras horas juntos… cada detalle importa. Y en medio del cansancio, la emoción y el amor, hay imágenes que quedarán contigo para siempre.
El sonido, la respiración, las voces, los primeros latidos fuera del vientre...
El video documental permite revivir ese momento tan íntimo y transformador con toda su profundidad: los gestos, los sonidos, el ritmo real de ese día irrepetible.
Este no es un video producido.
Es un recuerdo honesto, sensible y lleno de intención.